Todo esta rodeado de cascaras, son cascarones rotos y sucios, unos aplastados y otros desquebrados, huele a humedad, a moho y las paredes luces verdes y frías. Casi tan frió como el aire contaminado en la habitación. Miras al techo y te encuentras con un cielo negro, sin nubes ni estrellas ni luna. Solo negro. Tiemblas y vuelves a mirar al piso, repleto de esos asquerosos cascarones en esa asquerosa habitación. Que forma tan mas triste de pudrirse. No hay sonido alguno, mas sin embargo te preguntas de donde viene ese zumbido. Ese ruidito molesto casi imperceptible que te inquieta y asfixia. Quieres silencio por que en esta habitación no hay mas espacio mas que para la soledad. Tratas de concentrarte en ese techo negro como un poso. Tan negro que incluso parece infinito. Si, infinito como la furia que sientes por que ese jodido sonido no ha parado! Que quieren de ti? Es que no te pueden dar ni unos segundos de espacio? Esos cabrones! De repente te volteas sabiendo exactamente de donde proviene el intruso. Das unos pasos a la izquierda, aplastando esas cascaras hasta hacerlas pedacitos casi invisibles. Llegas a la esquina de la habitación y allí lo tienes. Un huevo completo, no una cascara sino un huevo moribundo y casi grisáceo, como si estuviera a punto de morir. Que muera! No tiene derecho de estar aquí. En la habitación de la desaparición los sueños no tienen nada que susurrar, en absoluto! Pero el tiembla sin cesar, como si estuviera susurrando dulces deseos. Tu eres el Señor del tormento. Tienes a quien atormentar, que hace en tu mundo, en tu propia habitación un pedazo de sueño y fe? Quieres gritar y antes de destruirlo con tus propias manos sientes el toque de unos suaves labios en tu mejilla. Te volteas y la vez, la esperanza. Tu mejor enemiga y tu mas grande musa. La Esperanza y el Tormento, como siempre compitiendo por la libertad en una tierra llena de olvido y deseo.
Olvidas al huevo, la miras a los ojos, y sientes como esa persona, ese ser humano al que le perteneces se despierta sintiendo los rayos del sol traspasar las ventanas.
-Buenos días cariño- escuchas la voz de una mujer.
Dios que entrada: cruda, directa y a la vez certera...
ResponderBorrarTus palabras golpean, acarician y hacen sentir de verdad. Sabes lo que quieres decir y como decirlo. Me gustó mucho
ResponderBorrarpalabras llegadas al alma de mi duro cascaron... elegir entre tormentar y amar ... es algo completamente difícil de decidir..
ResponderBorrarel sonido del silencio
Hace mucho que te sigo y hace nada que comento, pues hoy me pego la curiosidad y mira con lo que me encuentro, un texto que me ha dejado desear mas, es tan crudo y tan tierno a la vez (asi me lo parece) me ha gustado, me pasare por aqui con mucha mas frecuencia.
ResponderBorrarUn beso
Me ha impresionado tu relato.. He sentido como yo podría haberme encontrado en esa misma habitación.. Lo único con lo que estoy un poquito en desacuerdo es con esa frase de "a ese ser humano al que le perteneces", ya que creo que lo hermoso del amor del tipo que sea es que nadie pertenece a nadie..
ResponderBorrarPero te digo de nuevo, impresionante
Seguiré pasando por aquí muy encantada :)
jiji, gracias por tu honesto y lindo comentario!
Borrary bueno, mi personaje, el que se encuentra en la habitacion no es un ser humano, simplemente es una emocion a la que le di forma, y ya que todas las emociones que sentimos nos pertenecen, bueno, pues lo escribi asi...
besitos Ü