
Y entonces uno se compara y se pierde en el abismo de lo que nunca llegara a ser. Por que los milagros son escasos en este mundo de tragedias y bendiciones y las palabras ya no alcanzan para llenar las profundidades que nosotros mismos hemos cavado en nuestro ser. La esperanza se confunde y la ilusión se resbala. La confianza se compra y la ventaja se arrebata. Se piensa en los años ya vividos y nos juzgamos como si el juzgador fuera otro ser en nuestro interior superior a nuestro propio yo. Por que nunca es suficiente y siempre hay mas puentes por los que atravesar, túneles que cavar y escondites que encontrar. El amor es insuficiente para los que no saben ni lo que es, mientras que la tristeza y la soledad se unen en uno solo y se entierran en las almas inseguras que persiguen lo infinito. Pensamos que lo malo es poder, cuando el poder radica en cada quien y lo menos se convierte en mejor. Los pensamientos se escabullen de las mentes maestras mientras que las pesadillas nos buscan y nos despiertan. Las frases sin sentido se convierten en conclusiones mientras que las reales se olvidan en los rincones. Y así sigue la vida caminando sin esperar, en donde solo los valientes se pueden superar.