Quería crear cambio, y no le temía a lo nuevo.

Era como una canción en el baile, sentir las vibraciones de la música y encaminarse entre espacios perfecta mente encajados con la vida para llegar hasta su lugar, dirigirse con tacto a todos los puntos culminantes que requerían de delicadeza para sobresalir, mirar con confianza y firmeza a todos los que trataran de fijarse la cima por encima de ella e incitando a la confianza a unirse les para que no hubiera espacio para la duda o el rechazo. Lentamente pero con ritmo crear sonrisas y aceptaciones dando como ejemplo la suya propia a todo el que pensara que permitirle su tiempo en algo tan vago seria mas terrible que ese mismo hecho. Y como en cualquier escena improvisar sin dejarlo notar dando lo mejor posible tomando en cuenta lo grande que tuvo que ser su zancada para recobrar el baile de la vida. Y así llegar al final, donde se consiguió lo que se quiso, pero donde sobre todo, se exploto la belleza del potencial y se disfruto con pasión lo hasta hace poco inexistente. Por que así como no existe lugar alguno en el universo en donde no se pueda bailar una buena creación de canción, es imposible acabar con los terrenos en donde se puede trabajar para alcanzar algo mejor.