La gente no lo sabe, pero la
naturaleza podría describir tanto tu grandeza como tus desalientos y
enumerarlos en una lista interminable en donde el único juzgador es el
alma que habita en tu ser.
La
miradas bien entrenadas, aun que sean el reflejo del alma, pueden
aparentar belleza y enojo, desasosiego o triunfo, pues lo que ven lo
pueden copiar como si de un acto sin concecuencias se tratase. Hay
personas que pueden ver incluso a través de esas corazas que hoy en día
tanto se usan, pero, y las que no pueden? Mas sin embargo quien mejor
que el fuego en tus pupilas para determinar las emociones ya vividas?
Cuantas lágrimas han sido derramadas en la oscuridad,
infinitas, incontables, pero he aquí el mismisimo dios de las
apariencias, en donde todo es tan oscuro que nada puede brillar. Solo el
lleva la cuenta de esas gotitas sin nombre pero llenas de pena que
contienen las desilusión de la vida misma.
Incontables rezos por el perdón o por ansias de placer han salido de tu boca para ser llevados por la brisa del anochecer a
un vació luminoso en donde al parecer las grandes perdidas encuentran
lugar y las maniobras por sobrevivir se pierden en la infinidad.
Cuantos suspiros ya con nombres definidos han caído en la inconsciencia del silencio,
del señor que todo lo mantiene en secreto. Suspiros en cada esquina de
tu vida son soltados como dulces y sigilosas palomas al amanecer volando
entre las nubes para así entre el azul eterno desaparecer.
Y sin contar que el viento,
mas viejo que la razón, es el único que ha notado tus respiraciones
agitadas, tus alientos incontables, lo denso que se vuelve la nebulosa
blanca al exigir un poco de piedad mientras que el frió te invade hasta
la ultima capa de cordura.
De
eso y de mucho mas se han ido enterando las artes del existir sin
nosotros ni siquiera notarlo. Que bueno que no hablan, que no sienten ni
juzgan, sino, con la misma fuerza con la que defienden nuestros mas
intimos secretos nos entregarían a las penas, estaríamos en un gran
mundo lleno de detalles negros, sin cordura ni aliento para vivir.
Que belleza de texto, nunca lo habia mirado asi pero la verdad es que tienes mas razón que un santo, que seriamos sin todo eso...
ResponderBorrarHola, como estas?
ResponderBorrarBueno, queria decirte que me gusta mucho tu blog y tu manera de escribir.
Si quieres pasa por mi blog, donde escribo una novela y si te gusta (o no) deja tu comentario. Todos los opiniones son validos.
Te sigo, me sigues?
Un beso!