
Aveces las personas somos alguien que no queremos ser. Aveces tenemos mucho, demasiado y no sabemos ni que hacer con ello. Aveces recibimos mas de lo que nosotros creemos merecer. Subestimamos la vida, subestimamos la forma en que vivimos, subestimamos la felicidad que podríamos llegar a tener. No sirve de nada tener el mundo a tus pies si no sabes que hacer con el ni como exprimirle cada gota de felicidad que te podría brindar. Las oportunidades se nos pasan y nos arrepentimos de no haberlas vivido mientras que otras veces son tan buenas que creemos que son demasiado para uno mismo. Hay personas que lo tienen todo en balance, belleza, salud, amor, diversión y dinero, pero aun así no saben como ser feliz, guardan cada detalle que la vida les ha dado, de esos detalles feos que desearías borrar para siempre de tu memoria, esas personas seguido evocan los recuerdos tristes, y hay algunos que los saben perdonar pero no olvidar y no saber olvidar es algo que te quema el alma poco a poco. Si quieres recordar cosas tristes tienes que antes estar feliz con lo que tienes, si no te tumban y no te dejan seguir viviendo, los recuerdos feos te atrapan en un cristal de hielo y te mantienen congelado en un mundo frió y apezar de que sonríes todos los días, el frió que hay dentro de tu corazón te va quemando día con día.